Leyes represivas
En mayo de 2020, el Gobierno de Mauricio modificó las cláusulas de la nueva Ley de Derechos en el Trabajo en beneficio de los empleadores. Los sindicatos lucharon para mantener la mayor parte posible de la ley original, pero solo lograron bloquear una de las enmiendas.
Estos cambios representaron un duro revés para los sindicatos mauricianos, incluida la Confederation of Workers in the Public and Private Sectors (CTSP), que lucharon durante 16 años para que finalmente se introdujera una modificación positiva de la ley en octubre de 2019. Apenas ocho meses después, el primer ministro borró de un plumazo los progresos realizados y optó por ceder a la presión de los empleadores, indicando que las enmiendas serían de nuevo favorables a los trabajadores en 2024.